Director: Kenny Ortega – Título Original: Descendants – Género/Subgénero: Villanos Carnavaleros
Reparto: Sofia Carson, Dove Cameron, Booboo Stewart, Cameron Boyce, Mitchell Hope, Jedidiah Goodacre y Zachary Gibson entre otros
Argumento: Los villanos de los cuentos infantiles han sido desterrados a una isla donde campan a sus anchas junto a sus vástagos donde son malos hasta la médula. Aprovechando las ventajas de un inocente intercambio escolar, Maléfica envía a su descendiente directa junto a otros tres retoños de unos malvados “random”, a la isla donde viven sus archienemigos directos con la única finalidad de conquistar ambos reínos.
El director televisivo Kenny Ortega que perpetró en su día la cuestionable trilogía “musical” de High School Musical de la que salieron Zac Efron o Ashley Tisdale, regresó hace un par de años con un nuevo proyecto Disney aparentemente suculento en donde prometían un despiporre de bondad y maldad, al mezclar a buena parte de villanos Disney con sus bondadosos enemigos director. Esto era una idea novedosa que podía aprovecharse al máximo y que además, era la oportunidad nuevamente de crear un producto que gustara a grandes y pequeños, ya fueran fans directos de Walt Disney como de los cuentos infantiles en cuestión.
El resultado final si vamos a ser puntillosos, dejó bastante a medias ya que si no fuera por los personajes tratados en cuestión, esto era otra película original de Disney Channel con un guión que relata una historia y situaciones ya vividos mil veces (plan malvado con intenciones x – mezcla de buenos y malos – romances “inesperados” – típico desenlace donde alguien se cuestiona todo y a todos con su correspondiente moraleja final) y para de contar. Como puntos más positivos y como en todo este tipo de producciones está mandado, puedes pasar un rato entretenido junto a los jóvenes de la casa y lo cierto es que tampoco te aburres.
La calidad cinematográfica es la típica de Disney Channel (recordemos que no deja se ser una producción para televisión y por ende, para niños o adolescentes) donde los efectos especiales son más bien de baratillo y el vestuario de algunos personajes (especialmente los adultos que parecen sacados de un spot de papel de WC) podría estar bastante más currado dada la supuesta ambición del proyecto. Kenny Ortega no arriesga en absolutamente nada en cuanto a la filmación y bueno, tenemos una gran idea desaprovechada hasta la médula como reza el tema musical principal del filme. Nos quedamos con los jóvenes talentos sacados de la nueva hornada del harén de Disney donde tal vez alguno pueda sobresalir del resto en producciones de cine para las masas o títulos más adultos.