Título Original: I, Madman – Director: Tibor Takacs – Género/Subgénero: Lecturas Diabólicas – Reparto: Jenny Wright, Clayton Rohner y Randall William Cook entre otros
Argumento: Una mujer aficionada a la lectura, especialmente a las historias de horror, se sumerge demasiado en su último libro hasta llegar al punto de que la ficción se va transformando gradualmente en su realidad. Ahora tendrá que enfrentarse a los monstruos y locos asesinos de sus momentos de ocio.
Elegante y extraño filme de terror que pretende ser un homenaje a la literatura de terror que muchos (incluso a día de hoy) no se toman muy en serio, rodado con bastante maestría por el entonces brillante Tibor Takacs que dirigió esta película un par de años después de pegar el pelotazo con La Puerta (1987) un pequeño éxito de videoclub con el que se ganó la simpatía del público de los ochenta y que es recordado mayormente por ese mítico título. Aunque ahora este hombre se ha perdido en producciones baratas y algo infames perpetradas en gran parte en esta última década. Por el contrario, Lecturas Diabólicas está muy bien realizada. Un serie-b que resulta todo un placer culpable para el espectador que alguna vez se haya deleitado con lecturas nocturnas prohibidas o quedado de pequeño hasta tarde esperando el cine de medianoche en televisión donde se proyectaban este tipo de títulos.
Buena atmósfera, iluminación, banda sonora y fotografía. Efectos de maquillaje bastante acertados como en el personaje del doctor asesino y otros más flojillos como el de la criatura chacal que si más no, genera cierta sensación de nostalgia más que terror. Escenas como la chica intentando escapar de ser asesinada mientras trepa por montañas de libros, son clave para el mensaje que nos manda la película. Si bien hay ocio que puede llegar a matarnos como algunas prácticas deportivas extremas mal llevadas, nuestra psique también puede jugarnos malas pasadas con las tramas de horror que siempre (de una manera u otra) se quedan en nuestro subconsciente. Atención al brillante final donde queda más que claro donde empieza la realidad y termina la ficción. Recomendada a los fanáticos de las B-Movies que cuentan buenas historias y a los curiosos de turno que la quieran recuperar.