Director: Paul Hoen – Género/Subgénero: Zombies en rebajas – Reparto: Milo Manheim, Meg Donnelly, Trevor Tordjman, Mickeey Nguyen y Emilia McCarthy entre otros
Argumento: Los zombies han sido recluidos en su propio ghetto y son controlados por unas pulseras especiales que reprimen sus instintos. Para que el sistema educativo pueda ser de igualdad para todo el mundo, se decide juntar a alumnos humanos con los muertos vivientes de turno. Esto provocará rechazo y todo tipo de situaciones embarazosas durante esta extraña coexistencia.
Las películas infantiles-juveniles siempre han predicado el lema de que uno tiene que ser uno mismo y se han realizado multitud de producciones al respecto. En esta ocasión, Disney Channel mientras trabaja en la siguiente entrega de Los Descendientes (su saga más popular en pelis para televisión desde High School Musical o Camp Rock) pone sobre la parrilla un filme muy similar en cuanto a premisa principal y en donde no faltan las canciones o el baile, quedando un producto resultón para los más jóvenes de la casa. Sin embargo, el tema zombie es un desastre.
Para empezar, los maquillajes son bastante cutres con esas caras blancas y el pelo verde. Pese a llevar una vida normal, comen cerebros enlatados pero lo acompañan con… zumo de naranja. ¿No tendría que ser sangre u otra cosa? Todo un poco contradictorio. De igual forma y dado que cada vez hay que cortarse más con los detalles escabrosos o la violencia en cuanto a filmes para todos los públicos, es comprensible (hasta cierto punto) todo esto. Aunque también deberían revisar algunas coreografías donde los chicos visten ropa de deporte y marcan sus paquetes. Eso es insinuación sexual. Pero bueno, hay que ser muy malicioso para fijarse en esas cosas. O tal vez no. Luego está la protagonista que tiene una especie de síndrome a lo Hannah Montana ya que tiene que llevar peluca y todo eso. Posiblemente un guiño. Pero ya lo descubrirán en la historia de marras.
Sea como fuere, la película resultante es extrañamente entretenida y hay algún que otro momento musical (como el de la disco zombie) que está realmente trabajado a nivel de bailoteo. También destacar al actor principal Milo Manheim que ofrece un zombie bastante simpático y se le nota que le ha puesto ganas al papel, salvando en parte, todo este batiburrillo. Evidentemente y como ya señalamos, esto está reservado para ver en familia e incluye esos valores tan bonitos sobre mostrarse tal y como uno es, pase lo que pase. Así que no hay mucho más que añadir. Todo bastante inofensivo e inocuo. Lo mejor tal vez, ese principio animado que hace esbozar una sonrisa a cualquiera que lo vea. Muy al estilo iZombie. Lo demás pues lo dicho. Música pop, muertos de carnaval y baile.