
Director: Steve Beck – Género/Subgénero: Barcos Fantasmagóricos – Reparto: Gabriel Byrne, Julianna Margulies, Desmond Harrington, Karl Urban y Emily Browning entre otros
Argumento: Un grupo de cazarrecompensas acepta el encargo de un hombre joven e inexperto que les da unas coordenadas donde se encuentra un barco que puede contener riquezas inimaginables. Finalmente, consiguen localizar la embarcación pero esta encierra un terrorífico pasado.
Warner Bros nos presentaba veinte años atrás y con una producción muy potente detrás este Barco Fantasma (Ghost Ship) que se estrenó en cines y aunque se trataba de una película de terror puramente comercial, la gente llenaba las salas y se asustaba con este tipo de proposiciones y en esta, acertaron con combinar a la perfección el género de acción (algo que ha estado siempre más demandado) con el de horror. Detrás de las cámaras, tenemos a Steve Beck que se retiró de la dirección después de este título y que nos ofreció un año antes, el remake moderno de la clásica historia de los 13 Fantasmas con bastante acierto. También gozaba de un reparto a la altura con actores de corte clásico como Gabriel Byrne que mezclaron con los ganchos atractivos del momento cual Desmond Harrington (una especie de Skeet Ulrich que posteriormente veríamos en la primera entrega de Wrong Turn) y apariciones (no fantasmales) que pueden hacer cierta gracia a día de hoy como los personajes que interpretan Karl Urban o Emily Browning como marinero y niña viajera respectivamente. El filme fue generoso con el gore en su escena inicial y alguna otra que tiene mucho gancho (literalmente) y supo beneficiarse en la escritura del guión de esas leyendas negras de barcos fantasmales que se pierden y luego son avistados misteriosamente cual monstruo del Lago Ness pero de los que luego, no se vuelve a saber nada más. También hay ciertos guiños a títulos bien reconocidos por todos como la comida fraternal entre latas de conserva con gusanos (recordemos la comida china de The Lost Boys) hasta supervivientes en tablas de madera en medio del mar al más puro estilo Titanic. Cabe destacar que el crucero bebe bastante también de El Resplandor (The Shining) con ese capitán al que se le incita a beber con la correspondiente locura que eso le puede acarrear. Una serie de maravillas que tal vez no apreciamos en su momento y que provocan las ganas de subirse de nuevo a este lujoso y tétrico transatlántico.
