Hoy vamos a hablar de la primera temporada de Channel Zero, una serie inspirada en leyendas urbanas y/o creepypastas que pretende ser un referente en su campo. La primera entrega de esta saga de pequeñas historias es Candle Cove (2016) que consta de seis episodios. Narra las desventuras de un hombre que vuelve a su pueblo natal con un oscuro pasado todavía sin resolver. Los niños del pueblo se verán afectados por un extraño programa de marionetas que empuja a estos infantes a cometer actos terribles. Lo cierto es que la moto de Channel Zero está muy bien vendida y damos fe que la cosa mejora en su segunda temporada que nos cuenta algo totalmente distinto aunque Candle Cove tiene un desarrollo bastante estresante (hasta el cuarto capítulo apenas genera el suficiente interés) y aún así, es una temporada muy dispersa. Actuaciones planas con un par de excepciones (como la siempre genial Fiona Shaw por citar un ejemplo) y una atmósfera que podía dar para bastante más de lo que finalmente acaba ofreciendo. Recomendada especialmente para los fanáticos del subgénero de niños asesinos y los curiosos de turno. Aunque no tengan las expectativas muy altas al respecto. En breve, os comentamos la segunda entrega No-End House que gana enteros a comparación de esta pero eso ya será para otra ocasión.