Título Original: Pet Sematary – Género/Subgénero: Remake para enterrar – Directores: Kevin Kölsch y Dennis Widmyer – Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy Seimetz, Jeté Laurence y Obssa Ahmed entre otros
Argumento: Una familia se muda a una nueva casa. Cerca de su propiedad, se encuentra un extraño cementerio de animales. Muy pronto una serie de fatales acontecimientos, llevarán a la familia a descubrir el auténtico propósito que encierra el lugar. Lo que allí se entierra, vuelve a la vida poco después aunque no de la misma forma.
Los directores Dennis Widmyer y Kevin Kölsch deslumbraron al público hace unos años con la sensacional película de horror, Starry Eyes. Por desgracia para todos, se encargaron del remake de Cementerio de Animales basada en la famosa novela de Stephen King y que ya fue adaptada al cine de forma bastante acertada por Mary Lambert en 1989. Esta nueva visión de la obra de marras puede resultar entretenida si no se ha visto el filme original. Si se ha visto pues esto está muy por debajo de los resultados esperados. Una copia barata sin interés alguno y plana como ella sola. Aquí se han añadido a unos infantes con caretas de animales que no aportan nada interesante y por ejemplo, las apariciones del espíritu del atropellado Pascow, aquí no valen una mierda. Cambian también al brutal niño de antaño por una nena medio tuerta que no infunde mal rollo alguno. Tal vez el único que se salva sea el gato. Por lo demás, cuatro sobresaltos de baratillo, unas actuaciones sosas que no hacen justicia a los actores de la peli de finales de los ochenta y una versión cutre de la canción de Los Ramones en los títulos de crédito que acaban de rematar al espectador por completo para un remake que no hacía falta alguna y que nos parece absolutamente innecesario.