Director: Charles Band – Género/Subgénero: Secretos familiares y calaveras – Reparto: Robin Sydney, Rane Jameson, Kim Argetsinger y Antonio Covatta entre otros
Argumento: Una chica dominada por su extraña familia, guarda celosamente un secreto ancestral entre sus paredes. Un día, un equipo de cineastas irrumpe en su mansión y comienzan a desvelar, lo que estos personajes ocultan entre sus muros.
Una de esas típicas producciones con Charles Band al frente, donde una familia de raritos (algo habitual en sus filmes) ocultan un secreto en una lúgubre mansión. Se trata de unas criaturas cadavéricas que protegen los secretos de todos ellos y que a su vez, hacen de guardianes protectores. Sinceramente, la película comienza bastante bien y los personajes parecen tener cierto interés pero en cuanto aparecen las Skull Heads pues la cosa ya se va cuesta abajo. Se nos presenta un batiburrillo con seres mágicos y zombies que acaba de una forma bastante cortante. Es una pena porque la idea principal, no estaba nada mal. Parece ser que el guión se perdió en su desarrollo y sobra en demasía la trama sobrenatural de marras. Igual se puede ver como curiosidad y los protagonistas principales, están bastante potables. Para fans de la productora de la luna llena.