Director: Charles Band – Género/Subgénero: Cachimbas diabólicas – Reparto: Mindy Robinson, Sonny Carl Davis, Jessica Morris, Robin Sydney, Jonathan Katz y Ruben De La Hoya entre otros
Argumento: Lucy Furr es la nueva propietaria de una tienda grow shop que ha quedado abandonada en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Lo que nadie sabe es que esta chica es una empresaria que sirve al mismísimo diablo. Utilizando la marihuana como excusa, atraerá a personas despistadas al establecimiento con la única intención de capturar sus almas pecaminosas.
Magnifica resurrección de la saga Evil Bong con una trama nueva que cuenta además con la necesaria introducción de nuevos personajes para dar un aire fresco a la franquicia que tras la última entrega quedó un poco en entredicho. En esta ocasión, se introduce un sexy personaje maligno femenino Lucy Furr (ojo al nombre) que es una servidora directa de Satán y que abre nuevamente las puertas del comercio de porros para requisar las almas de los incautos clientes que allí se acercan. Además, nos presentan artículos reales de este tipo de establecimientos como el vaso para fumar marihuana para que nadie sepa si estás bebiendo o drogándote. Al final de los créditos de la película, se ofrecen los enlaces para comprar este tipo de productos. Algo curioso que si más no, llama la atención. El filme parece utilizarse como estrategia de marketing para vender este tipo de utensilios. Fuera de estos temas, nos encontramos nuevamente con un crossover entre distintas sagas de la productora. Una es Gingerdead Man y la otra Killjoy que esta vez, mezclan sus personajes con la pipa Ebee y se introduce una nueva e interesante criatura bautizada como Gingerweed Man que va armada con el sensacional Bongzooka que dispara canutos a discreción. El nuevo engendro enamora más que Grogu (el Baby Yoda de Mandalorian) y quieres hacerte al instante con este ser para disfrutarlo en casa. Reservada para fanáticos de la saga o a los iniciados a ella.