Ha comenzado recientemente la serie “Minority Report” y más o menos, vamos a juzgar a primera vista lo que parece dar o no de sí, esta nueva apuesta televisiva basada en una película con el mismo nombre que a su vez, estuvo basada en un relato de Philip K. Dick. La historia nos cuenta como tres niños de la unidad Pre-Crimen, son finalmente sacados de su tormento de premoniciones y lanzados al mundo real. Uno de ellos, tiene la imperiosa necesidad de detener los asesinatos que visualiza, pero necesita al resto para completar las incógnitas que se le van presentando, tales como nombres y demás. Contacta con una policía para ayudarla en sus casos. La historia transcurre en el año 2065.

Argumento futurista y buenos efectos especiales aparte, la serie es una más donde en cada capítulo habrá un crimen sin resolver. Tramas de crimen por episodio hay a millares y ya aburren un poquito. Luego obviamente, nos irán desgranando poco a poco los entresijos de los personajes principales y posiblemente de villanos potentes que puedan aparecer a la larga. La serie es impecable pero lo dicho, no ha comenzado con la suficiente fuerza para enganchar a un espectador ajeno a la película o no demasiado fan del género.

Además, el dúo protagonista (diversidad étnica incluida) recuerda a otro serial de la Fox, «Sleepy Hollow». Incluso es ella la que lleva el mando serio y el chico pone el punto de humor. Y también la dinámica de todo (que no el argumento) es muy similar. Eso reivindica con más fuerza lo que se comentaba al principio de ser una más. Nada sorprende en exceso, no innova como en su día CSI en la parte criminal o tiene una calidad argumental como otras series de ficción como “Continuum” o cualquier otro show de esta temática. Técnicamente está muy pulida y el reparto cumple con su propósito. En esos temas, nada extra que reprochar. Recomendada a fanáticos de la ciencia-ficción y en menor grado, a los seguidores de seriales de crímenes que no le hagan ascos a nada.