Director: Chad Archibald – Género/Subgénero: Bichos y viscosidades
Intérpretes: Elma Begovic, Jordan Gray, Denise Yuen y Lawrene Denkers entre otros.
Nivel de Caspa: Picores y enrojecimiento
Argumento: Una chica que se encuentra de vacaciones por Costa Rica, es picada por un bicho de origen desconocido el cual no llega a ver. Una vez de regreso a casa con sus amigas y de regreso al hogar con su prometido, advierte que su piel comienza a escamarse y supurar de forma extraña. Una mutación sin precedentes comienza a gestarse desde el interior de su cuerpo.
Interesante y desagradable película, que bebe bastante de la ciencia-ficción de los cincuenta donde bellas mujeres se transformaban en monstruos sedientos de sangre. También puede recordar ligeramente al remake de “La Mosca” de Cronenberg en algunos aspectos. La trama es simple. Una chica es atacada por un insecto mientras se baña en unas exóticas aguas y a partir de ahí, comienza a mutar. Vamos viendo como se convierte en un híbrido medio humano, medio insecto. Comienza a comportarse de forma más primaria y como no, su aspecto físico y su apartamento se convierten en un nido de viscosidades varias.
Aparte del tema fantástico, la historia también toca otros temas de interés como la manipulación entre amigas, los eternos problemas con las suegras y la desintegración del amor que en este caso se manifiesta, desde el interior hasta el exterior. No es que vaya muy allá en todo esto, pero por lo menos se han molestado en trabajar un poco la historia que podría haber pecado de ser más simple. Una buena actuación por parte de la protagonista principal y un elenco secundario que si bien no son los mejores actores y actrices del universo, cumplen correctamente con sus respectivos papeles. Chad Archibald cumple y sorprende para bien esta vez, tras su irregular trabajo en el terror con “The Drownsman”. Para pasar el rato y no sería nada molesta, una secuela de todo esto.