Director: Patrick Kennelly – Género/Subgénero: Comidas y torturas
Intérpretes: Bethany Orr, Mary Loveless, Wes McGee y Jill Jacobson entre otros.
Nivel de Caspa: Picores y enrojecimiento
Argumento: Dos compañeras de piso acaban enfrentadas entre sí por temas varios. Una de ellas, decide un buen día, someter a la otra para lograr acaparar su atención e incluso conseguir afecto y respeto por su parte. Una tortura sin precedentes comienza, donde tan solo una de las dos puede quedar en pie.
Películas de obsesiones entre compañeras de piso y de trabajo hemos visto muchas, todas ellas han abordado el tema desde distintas perspectivas y se han prodigado por varios géneros cinematográficos. Y es que la competición entre mujeres es un tema que da para mucho y parece no tener fin. Si bien los hombres también tienen tendencia a competir entre ellos y odiarse/obsesionarse entre sí, la forma de proceder siempre es distinta, incluso más primaria podría decirse. Así que estaría genial también (y por variar un poco) indagar en el tema desde una posición masculina. Pero bueno, dicho esto, nos centramos en las chicas de “Excess Flesh” que es el título que nos ocupa.
La trama lleva al espectador por un desfile de sensaciones, sabores y olores plasmados en pantalla. Hay secuencias nauseabundas y desagradables en torno a la comida. Seguro que más de uno se plantea volver a inflarse con una bolsa de patatas a medianoche después de ver esto. Pero a lo que vamos. “Excess Flesh” tiene una estética desagradable y efectista aposta, esto último indispensable para meterse en al historia y en situación. Tenemos a la típica chica algo gordita, afeada, con papada y ciertamente inútil que vive sus emociones/desgracias a través de su malcarada compañera de piso. Un día la más débil se revela contra la otra y es aquí donde empieza la intringulis y la acción.
“Excess Flesh” plantea al espectador (indistintamente de su sexo) cosas cotidianas que algunas personas van dando como normales. Como ofrecer nuestra carne para sexo a desconocidos, poner en peligro nuestra carne con dietas cuestionables y en fin, nos da a entender que hay que mimar un poco nuestra carne en general para de ese mismo modo, tener la cabeza en su sitio. Y es que todo puede afectar a todo, si no se va con cuidado. Independientemente de la moraleja de la cinta, tenemos un thriller con toques de “Torture Porn” con escenas asquerosas, desnudas y hasta delirantes, como cierto concurso onírico que pone en una competición muy curiosa a las protagonistas. Buena película a la que tal vez solo se le puede achacar cierta pérdida de fuerza en su desenlace y alguna laguna por medio. Pero en general, recomendada si os van este tipo de thrillers psicológicos con enfrentamientos femeninos por medio.