Director: Frank Henenlotter – Género/Subgénero: Vicios Diabólicos
Intérpretes: Rick Herbst, Gordon MacDonald y Theo Barnes entre otros
Nivel de Caspa: Aparición de escamas
Argumento: Una pareja recorre su apartamento desesperadamente, buscando algo que han perdido. Paralelamente, nos presentan la historia de un joven que se levanta terriblemente aturdido y con alucinaciones. Ni su novia, ni su hermano son capaces de averiguar que le ocurre. Todo esto parece estar provocado por una pequeña criatura que inocula a sus víctimas un líquido azulón y las vuelve adictas a ella, hasta el punto de perder la cordura con tal de que esta, siga dándoles una dosis de la sustancia que segrega.
Existen dos posiciones para hablar o desgranar a “Brain Damage”. Una sería centrarse en el encantador producto de culto de “Serie-B” que tenemos delante y en las dosis de frikismo que este título nos ofrece. Todos conocemos la famosa escena de la mamada azul, el gore que impregna la cinta en algunos momentos o la simpática criatura que les proporciona los chutes de rigor a los protagonistas de la historia. La otra consiste en centrarse en la fábula “drogadicta” en la que Henenlotter nos sumerge de forma magistral.
La película es una especie de “sueño líquido” con momentos de humor negro muy incisivos e inteligentes y por supuesto, con su toque de fantasía y terror que le otorga un toque de distinción a comparación de otras producciones de la época. Si bien es cierto que en los ochenta se hicieron cosas muy locas, muchas veces pocos filmes contenían algún tipo de mensaje más allá de la comedia burda o situaciones sangrientas sin pies ni cabeza, si de lo que hablamos el del género de terror. Pero “Brain Damage” es todo un ejercicio de estilo que combinaba seriedad y paranoia fílmica con un gran acierto. Seguro que muchos “gafacaspas” estarán de acuerdo en esto.
Y es que “Brain Damage” es un chute magnífico en todos los sentidos. Un deleite para el espectador de horror-fantástico que busca algo distinto. Lejos de envejecer mal, es una historia muy fresca y que sigue vigente hoy en día, ya que constantemente aparecen drogas nuevas y las personas siempre estamos enganchadas a algo, ya sean cosas legales (móviles, relaciones dependientes, sexo, alcohol, cómida basura, etc) o ilegales (drogas duras, drogas blandas, etc) que provocan en algunos casos el “mono” consciente o inconsciente de la gente sobre esas cosas, bien sea para mantener su estatus o para mantener su “estado”. De eso va esta historia y eso es lo que Frank nos quiso relatar aquí, hasta llegar al punto álgido de la historia donde la mente logra expandirse. Pero mejor, descubran esta pequeña joya de culto por ustedes mismos.