Director: Kevin S. Tenney – Género/Subgénero: Espiritismo y poseso
Intérpretes: Todd Allen, Tawny Kitaen y Stephen Nichols entre otros
Argumento: Jim y Linda celebran una fiesta con sus amigos. Uno de ellos, los introduce en una inesperada sesión de ouija. Sin embargo, la fascinación por el tablero que desencadena ella, desemboca en una serie de extraños accidentes y un terror que parece jugar con la pareja desde el otro lado de la tumba.
Las sesiones de espiritismo siempre se han tocado en las películas de terror para desencadenar la furia o venganza de algún espíritu cabreado o a veces, simplemente para hacer justicia. El tablero que acompaña a estas sesiones puede ser tomado como un simple juego o para los más creyentes en estas cosas, se puede tornar como algo muy serio, místico e incluso tenebroso a veces. Sea como fuere, el peligro de invocar difuntos o entidades es algo con lo que no se debería jugar, algo bastante irónico cuando la propia tabla se vende como algo lúdico en algunas ocasiones.
Esta pequeña introducción es simplemente para introducirnos en la reseña clásica de Witchboard, título conocido también como Juego Diabólico o Spiritika. La trama va sobre lo que ya hemos comentado, el miedo a lo desconocido pero también nos topamos con una trama y personajes bastante bien diseñados. Jim y Linda, los protagonistas del cotarro, se nos presentan como una pareja con ciertos problemas de adaptación mutua y confianza entre ambos, aunque su amor está fuera de discusión. Para meter más carne en el asador, tenemos a un tercero en discordia que es un amigo rubio en plan Desmadre a la Americana que es el que la lía por motivos ocultos que se desvelan a lo largo del metraje.
El tema espiritual comienza de forma inquietante con el personaje de un niño cuyo contacto desemboca después con lo que denominaríamos un espíritu burlón. Es decir, un fantasma que dice ser quién en realidad no es. Y eso es motivo suficiente para ponerte ya los pelos como escarpias. Y básicamente la base más sólida de terror es esa. Luego, como es habitual, nos encontramos con algunas muertes y algo de humor (para romper la tensión) con el personaje de la experta en parapsicología (un poco a lo Poltergeist pero en la piel de una hippie) algo que veríamos también y más recientemente en el filme de Jmes Wan, Insidious con sus particulares espiritistas. Para que vean que todos los directores van tomando nota de producciones anteriores.
Kevin S. Tenney mantiene un pulso firme en la dirección y esta podría ser una de sus películas más serias.´De hecho, sus hits más famosos son el título que nos ocupa, posteriormente Night of the Demons y luego ya en menor grado Witchtrap: El Espíritu de la Mansión de los Lauter. La cuestión es que este filme tiene unas pautas muy marcadas y parece que todo ha sido diseñado milimétricamente. Nada sorprende demasiado pero tampoco deja indiferente y es por eso que Witchboard ha sido reivindicada a través de los años como un clásico de culto menor. Destacar la magnífica banda sonora inicial (muy a lo John Carpenter) y el reparto principal que lo hace estupendamente consiguiendo que el espectador sufra y se preocupe por sus respectivos roles. Tal vez el final podría ser algo más impactante pero cumple con corrección. Una buena opción para una sesión retro de peli y manta ahora que se aproxima el frío, para tener algún que otro escalofrío ya sea en solitario o bien acompañado.