En 2017 nos llegaba The Young Pope, una serie original de HBO que nos contaba la historia de Lenny Belardo, el primer para americano apodado Pio XIII que se dedica a poner al Vaticano con los nervios de punta. Detrás de esta ficción atrevida e irreverente, nos encontramos con el buen hacer de Paolo Sorrentino, director de sello personal donde los haya que sumerge al espectador en una historia eclesiástica sin igual. Jude Law clava al personaje principal dotándolo de prepotencia, suntuosidad y también de cierta humanidad. Un hombre dedicado a la religión cuyos pensamientos en la realidad son más modernos de lo que al final acaba transmitiendo. Y es que es como un superhéroe, ya que su cargo conlleva una gran responsabilidad para los fieles seguidores del catolicismo. Una trama que toca este tema tan delicado como si de cualquier show laboral o superficial se tratase, ya que la iglesia quiere vender su marca en todo momento y quedan bien en apariencia como si de una red social estuvieramos hablando. Un serial elegante, inmenso y muy bien rodado. Aunque pueda echar para atrás a algunos por su temática principal, de verdad que merece la pena. Completan el reparto aparte del actor inglés, las francesas Cécile de France y Ludivine Sagnier, la americana Diane Keaton, el español Javier Cámara o el italiano Silvio Orlando por lo que tenemos un elenco internacional y diverso para dotar de más atractivo a este Young Pope en el transcurso de los diez capítulos de la primera temporada.