Serie original de Netflix sobre patinaje artístico, conflictos personales y amoríos varios. Protagoniza una sensacional Kaya Scodelario que interpreta a un personaje femenino fuerte y complejo que queda en ocasiones algo desdibujado por flojeras del guión en su desarrollo. La trama base, narra la historia de Kat Baker. Una deportista de competición muy exigente que tiene que soportar a una madre manipuladora y enferma, el peso de una casa para lidiar además con sus propios problemas de chicos. Todo se complica cuando accede a tener una nueva mentora y tiene que bailar en pareja con un chaval adicto a los vicios nocturnos. El entretenimiento está asegurado y aunque su premisa argumental no nos trae nada nuevo, el serial está bastante bien llevado a lo largo de sus diez capítulos en esta, su primera temporada. Le falta algo más de garra a medida que avanza. Podría ser una serie bastante dramática y más agresiva (en plan Yo, Tonya) pero decidieron enfocarla a un rollo adolescente más descafeinado. Igual está más que correcta para lo que pretende finalmente y al target al que va dirigido.