Director: Dario Piana – Género/Subgénero: Vampiros y drogas de diseño – Reparto: Corey Feldman, Jamison Newlander, Tanit Phoenix Copley, Casey B. Dolan, Seb Castang y Felix Mosse entre otros
Argumento: Edgar Frog es contratado por una bella escritora de relatos vampíricos que ha perdido a su hermano en Ibiza. Por lo visto, ha desaparecido en una fiesta organizada por un famoso DJ. Siguiendo las pistas pertinentes, el famoso cazador de chupasangres se dará cuenta de que alguien con colmillos está detrás del asunto.
Tercera entrega de Jóvenes Ocultos (The Lost Boys) que está algo por encima de la segunda parte pero sigue siendo muy inferior a la primera. En esta ocasión, vuelven los hermanos Frog (los dos) aunque uno viene con sorpresa. Esta vez, se intenta conectar al espectador nostálgico con los personajes originales y se le hace un homenaje a Corey Haim con bastante énfasis. De todas formas, estos detalles quedan en simple anécdota ya que la trama principal es una nueva misión para Edgar que tiene que encontrar a un adolescente desaparecido. Película con la que se puede pasar el rato pero que como ya dijimos anteriormente, quedaría mejor parada si fuera un título de vampiros al uso y no el final de una trilogía. Como curiosidad comentar que su director es responsable de títulos tan dispares como Las Muertes de Ian Stone (2007) o la secuela de Bajo el Vestido, Nada (1988) por lo que ya demostró sus pinitos con el género.