La Hermandad (The Brotherhood, 2000) es una película de vampirismo bastante particular dirigida por David DeCoteau. En esta ocasión, las criaturas de turno no tienen colmillos y extraen la sangre de sus víctimas a través de una aguja que guardan dentro unos colgantes que llaman mantras (sello de identidad de la fraternidad) y con cuyos pinchazos, logran saborear el ansiado plasma de sus presas. La trama del filme es que se les acaba un plazo donde deben encontrar un nuevo miembro para ofrecerlo en sacrificio si quieren seguir conservando su inmortalidad. Realizada con un presupuesto bajísimo. este título albergó cierta fama al ser una de las primeras obras en exhibir a un montón de chicos ligeros de ropa y en actitudes claramente homosexuales. Si bien en la actualidad esto lo encontramos hasta en la sopa, el softcore masculino sin pudor se prodigó para el público de esa década gracias a estos peculiares relatos de camaradería masculina. La calidad de la producción es realmente cuestionable pero tuvo varias secuelas donde ninguna de las historias tenían que ver con las otras y de las que por supuesto, hablaremos en profundidad. Protagonizaron Nathan Watkins, Josh Hammond, Bradley Stryker, Michael Lutz y Donnie Eichar entre otros.