Director: Frank Henenlotter – Género/Subgénero: Prostitutas explosivas
Intérpretes: James Lorinz, Patty Mullen, Joseph Gonzalez y Louise Lasser entre otros.
Nivel de Caspa: Aparición de escamas

Argumento: Una chica pierde la vida, destrozada por una podadora asesina. Su novio, guarda sus restos con la intención de revivirla. Sus conocimientos científicos, podrían devolverla a la vida. Pero antes de ponerse manos a la obra con eso, necesita partes femeninas atractivas. Así que lo mejor que se le ocurre, es irse de putas al centro y hacer las elecciones adecuadas. Aunque meterse en esos mundos, también trae sus consecuencias.

Divertida película del director Frank Henenlotter, que se dedica en esta ocasión a trastocar la clásica historia del Doctor Frankenstein, obviamente llevada muy a su manera y con sus obsesiones particulares, plasmadas en pantalla a cada momento. El resultado no podía ser mejor y hasta el mismísimo actor Bill Murray, la proclamó como el mejor título del año. Suponemos que en su vertiente de género, claro está. Una producción que aprovecha cada dólar de su presupuesto en ofrecernos lo que el espectador por entonces demandaba. Chicas ligeras de ropa, situaciones imposibles y nuevamente (esto a Henenlotter le gustaba icluirlo siempre) un descenso a las bajezas del ser humano. Es decir, clubs de alterne, chulos de putas, drogadicción, polvos en baños públicos y esas cosas que quedan muy bien reflejadas a lo largo del metraje.

Entre los protagonistas principales destacar a Patty Mullen en su rol de Elizabeth que está impagable con sus muecas mortuorias y a James Lorinz en su rol de Mad Doctor, que parece que está un poco loco y todo. No olvidemos tampoco al chulo de putas apodado “El Zorro” que marca a sus mujeres con una “Z”, un pedazo de guiño sin duda. El zorro y sus zorras. Jajaja. Un inciso a temas de moda de la época como las putas del crack y esos “Vicios Diabólicos” (la película se tradujo así a la española) que permanecían latentes aún, recién comenzada la década de los noventa y que ya provenían de unos años atrás. El guión como es habitual en el cine de este señor, es una locura y siempre parece estar hecho a medida para que todo funcione como debe en una trama que puede parecer absurda desde el inicio, con ese cerebro de un solo ojo en la cocina. Pero lo que se disfruta con “Frankenhooker”.

Otra cosa que llama la atención de la historia, es que a pesar de que muchos la asocian con “Frankenstein”, parece una versión enloquecida de lo que nos ofrecía ya Wes Craven en 1986 con su “Amiga Mortal”. Recordemos que en ese título anterior, un chico enamorado quería revivir a su amada (de un modo más tecnológico, eso si) y le sale la resurrección, algo más complicada de lo esperado. Es decir, la chica de aquella no pensaba que era una prostituta, pero si creía ser un robot. Así que el trastorno de personalidades, lo encontramos en ambas producciones pero lo dicho, cada loco con su tema. Ambas películas son igual de recomendables pero esta, es mucho más divertida y claro, hay prostitutas explosivas o nunca mejor dicho. Los que la hayan visto, ya sabrán a lo que nos referimos. En resumen; buen cine fantástico de principios de los noventa, con estupendo ritmo y sentido del humor envidiable. No se la pierdan.