The End of the F***ing World es la nueva apuesta de Netflix y Channel 4 que a su vez está basada en la novela gráfica del mismo nombre creada por Charles Forsman. Narra la historia de dos adolescentes que deciden huir de todo y se introducen en una espiral de aventuras más bien poco afortunadas. Estos dos jóvenes están compuestos por James y Alyssa, él se considera un asesino sin sentimientos y ella es una niñata antisocial que pasa de todo. Sea como sea, acaban juntos en un coche con intereses totalmente distintos pero los acontecimientos harán que se unan cada vez más para su suerte o desgracia. La temporada está compuesta de ocho capítulos de unos veinte minutos de duración cada uno, aproximadamente. Vamos, que se puede ver en un suspiro o como una película larga.
Sin entrar en esta ocasión en detalles sobre su origen en papel, podemos decir que esta serie llama poderosamente la atención en un principio pero cuya esencia principal se va diluyendo a medida que avanza la trama. Finalmente nos queda una especie de canto de rebeldía light al más puro estilo de Bonnie & Clyde cuya llama se va apagando hasta llevarnos a un final de lo más típico. No se acaba indagando en los instintos asesinos de James y Alyssa acaba resultando bastante odiosa en bastantes puntos, eso si, los actores lo bordan aunque por momentos el desarrollo de personajes y el guión, no acaban de estar a la altura. Eso si, merece la pena echarle un ojo al serial por lo menos una vez, ya que tiene momentos de notable alto aunque tan solo sea en los primeros capítulos. Protagonizan Alex Lawther (visto en Black Mirror) y Jessica Barden que viene de otras series de calidad como Penny Dreadful.