Into The Dark es una antología de terror que dará que hablar y que vamos a ir desgranando poco a poco y de tres en tres historias, ya que en un principio se han previsto doce títulos cuya emisión comenzó en el último trimestre del año pasado y que pueden verse a través de HBO en España. Comenzamos pues con la primera tanda-trilogía de rigor.

THE BODY (2018)

Wilkes (Tom Bateman) es un peligroso asesino, frío y calculador. Va arrastrando el cuerpo de una de sus últimas víctimas durante la noche de Halloween. Un grupo de chavales, le invitan a una fiesta a la que acepta asistir. Allí conocerá a la hermosa Maggie (Rebecca Rittenhouse) que se verá seducida por el encanto del criminal, algo que provocará una situación límite a la que podría sobrevivir. O no.

Presentación de Into The Dark con más fallos que aciertos. Por un lado, la premisa argumental es original y hasta cierto punto innovadora pero todo esto se pierde por el camino, hasta desembocar en una sosa historia de amor con tintes peligrosos que desemboca en un final bastante típico que puede dejar al espectador bastante insatisfecho. Buen protagonista principal que dota al psicópata de la personalidad que este necesita pero de resto, una serie de muertes insulsas y personajes sin sustancia que dejan a este The Body en un casi aprobado. Dirige el desconocido Paul Davis que pasa un corto dirigido por él a largometraje como decimos, con un resultado bastante irregular.

FLESH AND BLOOD (2018)

Kimberly (Diana Silvers) vive en casa de su padre Henry (Dermot Mulroney) aunque no puede salir de ella, debido a la agorafobia que esta sufre. La adolescente comienza a sospechar que su figura paternal en apariencia amable, es en realidad un peligroso asesino en serie. Una vez que parece confirmar sus terribles sospechas… ¿Podrá esta salir de la casa?

Patrick Lussier (Drácula 2000 – San Valentín Sangriento 2009) es el encargado de dirigir este segundo largometraje para Into The Dark. Sin ser gran cosa y pese a parecer más bien una película de sobremesa, sale más airosa en todo que su predecesora The Body. Trama simple pero efectiva. Chica con agorafobia, peligro paternal en casa en forma de criminal y una convivencia que se torna infernal a medida que todo avanza es lo que ofrece este título donde lo más llamativo es uno de los crímenes que se suceden y poco más. Aprobado raspado sin demasiadas sorpresas para el espectador.

POOKA (2018)

Un actor sin demasiada suerte en el mundo del espectáculo acaba accediendo a una propuesta poco usual. Ponerse en la piel de una mascota que promete ser la estrella infantil del momento y el juguete de moda: Pooka. Poco a poco, el hombre que habita en el interior del peluche gigante va cambiando de forma radical hasta desarrollar dos peligrosas identidades.

El director español Nacho Vigalondo pone toda su extravagancia y su particular sentido del frikismo en esta tercera entrega en forma de largo para la antología Into The Dark. Una premisa argumental que promete y un disfraz que da bastante mal rollo para una historia que aburre en su desarrollo y cuyo reparto aleja algo al espectador debido a su poco carisma a la hora de maniobrar por la trama. Tal vez el guión debió ser menos rebuscado y se tuvo que aprovechar más los buenos elementos de los que disponían. Otro pequeño resbalón del cineasta de turno que a veces, debería simplificar las cosas y divertir sin más como en su opera prima, Los Cronocrímenes. Aprobado nuevamente raspado para este Pooka.

En resumen, tres historias diferentes entre sí que se pueden ver perfectamente una vez (en el caso de Vigalondo, mejor dos para tener claro si es una genialidad o una tomadura de pelo) y que puede dejar satisfecho al espectador medio que busca algo de terror, siempre que no pida peras al olmo.