Repasamos la segunda temporada de Glow tras el estreno de la tercera temporada, ya disponible en Netflix. Diez capítulos más que siguen las aventuras y desventuras de la pandilla de féminas luchadoras enmarcadas en un delicioso retrato de la década de los ochenta en Estados Unidos. Tal vez en esta ocasión, se echan de menos los problemas personales de las protagonistas que impulsaron a llevarlas al ring pero por otro lado, tampoco está mal verlas como estrellas en alza. Siguen los piques entre Ruth y Debbie, hay nuevas relaciones en el aire y por supuesto, nuevas proposiciones para el show que puede llevar a las chicas hasta lo más alto. Una temporada correcta y efectiva aunque nos quedamos con su antecesora en este caso. Reservada a los fans de la primera entrega y a los nostálgicos 80’s de verdad.