Título Original: My Stepmother Is an Alien – Director: Richard Benjamin – Género/Subgénero: Novias del espacio exterior – Reparto: Dan Aykroyd, Kim Basinger, Alyson Hannigan, Jon Lovitz, Joseph Maher, Seth Green y Juliette Lewis entre otros
Argumento: Steven Mills es un científico que manda una señal al espacio exterior. Lo que no espera es la respuesta que va a recibir de nuestros vecinos extraterrestres en forma de rubia exuberante. Una seducción inesperada da comienzo en la que la existencia de un planeta está en juego.
Título de índole familiar que solo pudo concebirse en los ochenta y que pese a su aparente inocencia, guarda escenas para el recuerdo como el inolvidable striptease que se marca Kim Basinger cuando descubre lo que es el sexo y que nos presenta a personajes para el recuerdo como ese bolso del que sale una especie de extensión en forma de ojo que provee a la protagonista de todo lo que necesita, incuso si de cintas porno se trata. Detrás de esta locura, se encuentra Richard Benjamin (Esta Casa es una Ruina, 1986) que se marca un filme de lo más curioso en el que rinde homenaje a la ciencia ficción de culto como Barbarella (1968) con esa secuencia de las piernas desnudas que se van vistiendo con lencería en el espacio (primera aparición de Celeste en la cinta) o al cine de comedia americano más clásico con esas referencias que ya desfilan en la trama de rigor.
La protagonista de Nueve Semanas y Media hace aquí un popurrí de las obras que la hicieron famosa. La que hemos comentado más arriba sustituyendo a Mickey Rourke por Dan Aykroyd como objeto de deseo o por ejemplo la vis cómica que ya demostró nuestra rubia favorita en Cita a Ciegas (1987) con la diferencia de que aquí en vez de estar borracha es una alienígena sensual que no sabe nada sobre comportarse como una humana. Llaman la atención las apariciones juveniles de Alyson Hannigan y Seth Green (Buffy Cazavampiros) o la de Juliette Lewis que da vida a una de las amigas de la hija del protagonista. Una tontería que fue devorada en su día en los videoclubes de turno y que hoy día podría ser un bodrio de proporciones épicas. O no.