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Director: Charles Band – Género/Subgénero: Galletas asesinas – Reparto: Robin Sydney, Ryan Locke, Jonathan Chase, Margaret Blye, Larry Cedar y Gary Busey entre otros

Argumento: Un asesino extermina a la familia de Sarah en un bar. Un tiempo después, este es ejecutado pero su alma va a parar a una harina misteriosa que es entregada en la pastelería donde trabaja la chica por una figura encapuchada y misteriosa. Lo que no imaginan tras una serie de sucesos inesperados es que el psicópata va a volver en forma de galleta de jengibre.

Charles Band realiza en esta ocasión, una especie de revisión de El Muñeco Diabólico (Child’s Play, 1988) donde tras la misma premisa argumental, nos presentaba una historia nueva y sorprendente. Un sádico asesino que se llama Millard Findlemeyer acaba ejecutado tras cometer unos asesinatos y vuelve reencarnado en forma de galleta. Algo novedoso hasta la fecha. Y es que solo su director, podía tirar hacia delante con una producción de estas características. La cosa fue un bombazo para los amantes de la Serie B más gamberra y consiguió convertirse en una trilogía bastante divertida. The Gingerdead Man es una película ideal para ver entre birras y amigos con sentido del humor.