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Director: William Butler – Género/Subgénero: Secuela resonada – Reparto: Dane Oliver, Josh Cole, Alex Keener, Amanda Jones, Michael Paré, Amanda Wyss y Jeffrey Byron entre otros

Argumento: Un chico decide seguir los pasos de su padre y reactiva una máquina que provoca la alteración de la glándula pineal y los sentidos sexuales. Tras un experimento fallido donde muere un estudiante, decide involucrar a sus amigos más cercanos. Lo que no imagina son las consecuencias de sus actos que son vigilados de cerca por un profesor universitario con oscuras intenciones.

Esperadísima secuela de Resonator (From Beyond, 1986) título ya clásico que hizo historia para los fanáticos del horror, gracias al buen hacer de Stuart Gordon (esta secuela se la dedican a él) que llamó especialmente la atención por sus escenas gore y alucinantes criaturas. En esta ocasión, toma el relevo el director William Butler (Madhouse, 2004) que en esta ocasión nos ofrece una segunda entrega que parte de una premisa interesante (el hijo de Tillinghast retoma los experimentos de su padre) pero que al estar tan mal ejecutada y contar con un presupuesto de risa, el resultado final es una película que se ve tan rápido como se olvida. Aparte de los adolescentes de turno, desfilan caras conocidas como la de Michael Paré en su rol de profesor universitario del legendario centro de Miskatonic, Amanda Wyss que toma el rol de Barbara Crampton como profesora McMichaels y la del irregular Jeffrey Byron que interpreta el personaje de Jeffrey Combs que veremos en forma de apariciones breves. Es una pena que tantas referencias lovecraftianas y el retomar las riendas oficiales del film de culto queden en tan poca cosa, ya que todo esto daba para muchísimo más.

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