
Director: Clive Barker – Género/Subgénero: Ilusionistas realistas – Reparto: Scott Bakula, Famke Janssen, Kevin J. O’Connor, Daniel von Bargen y J. Trevor Edmond entre otros
Argumento: Harry D’Amour es un intrépido detective privado que se especializa en casos con trasfondo sobrenatural. Tras sobrevivir a un extraño trabajo en el que se produjo un exorcismo, acepta otro de características similares en el que está envuelto un joven ilusionista, cuyos espectáculos son más reales de lo que cabe esperar. Un extraño accidente pone en activo a una antigua secta que se dedica a cometer asesinatos sangrientos por la ciudad en nombre de su líder.
«La carne es una trampa y la magia nos libera de ella»
Clive Barker (El señor de las Ilusiones)
Interesante producción que viene de la mano del mismísimo Clive Barker, escritor de terror de sobra reconocido por los fanáticos de los que traen el infierno. En esta ocasión, se nos presenta una película bastante peculiar que nos traslada a una historia detectivesca de puro cine negro pero que se mezcla con las obsesiones del autor de turno donde el espectador se ve abordado durante el metraje por demonios, cultos peligrosos y torturas en donde se desgarra la carne humana como si fuera pan. No faltará el romance y la magia en un título de estas características. Puede que no sea un filme redondo pero lo cierto es que no le falta de nada. No olvidemos tampoco a un villano aterrador que rezuma podredumbre tanto física como mental y cuyas apariciones tienen mucha fuerza. En el reparto, nos encontramos con el inimitable viajero del tiempo televisivo Scott Bakula que se encuentra acompañado de una joven Famke Janssen que aporta el punto femenino sexy y que son secundados a su vez por un correcto Kevin J. O’Connor y un aterrador Daniel von Bargen que pone los pelos de punta. Otra de esas obras de los noventa que no deberían quedar en el olvido.