Desapercibida secuela de Sorority Babes in the Slime Bowl-O-Rama (2022) donde vuelve la diversión y la locura desenfrenada. Dirige la actriz y protagonista del filme original, Brinke Stevens. Protagonizan Kelli Maroney, Michelle Bauer, Justin Lupo, Jessie Gill, Audrey Neal, Luka Parente, Nate Blair y la misma Brinke Stevens. La historia retoma la trama original donde unas novatas que desean formar parte de una hermandad femenina deben pasar la noche en la mítica bolera maldita donde años atrás murieron varios adolescentes de forma misteriosa. Las chicas y unos intrusos masculinos calientes acabarán siendo presa de sus deseos más ocultos por culpa de las malas artes de un genio diabólico que está preso en un viejo trofeo de bolos y que da la vuelta a los sueños de nuestros protagonistas.

Entretenida y petarda nueva entrega de un filme de culto de finales de los ochenta que arranca con unos créditos espectaculares con la banda sonora original de la primera película y que es prácticamente un clon de su antecesora pero realizada en la actualidad. Eso significa que el encanto vintage se pierde pero no la esencia en cuanto a trama o personajes. Vuelven las reinas del Serie B, Michelle Bauer y Brinke Stevens (esta última en pantalla y detrás de las cámaras) junto a un reparto más joven y sensual. La gran pregunta para los que han visto Chicas de la Fraternidad en la Bolera es como pueden retomar estos dos personajes sus roles pero cuando vean esta segunda parte todo cobrará sentido. Reservada a auténticos fanáticos de esta joya de videoclub de antaño.