Director: Luke Massey – Género/Subgénero: Infiernos relativos
Intérpretes: Joseph Morgan y Matt Ryan – Nivel de Caspa: Caspa Seca
Argumento: Un soldado se encuentra atrapado en una mansión de la que es imposible salir. Además a ciertas horas en punto aparecen unas repugnantes criaturas a las que debe enfrentarse si quiere seguir con vida.
De vez en cuando surgen películas de terror de corte intimista y “Armistice” estaría en ese grupo en particular. Inicialmente bautizada como “Warhouse”, la película arranca con una premisa argumental bastante atractiva para cualquiera y aparte, los pocos medios con los que ha sido rodada despiertan si más no un interés especial en el espectador para con la historia.
Lo que se nos relata es sencillo. Un hombre atrapado en una mansión es visitado por una especie de orcos que se aparecen regularmente para sobresaltar al protagonista. A partir de aquí veremos las tribulaciones, paranoias y desesperaciones del soldadito de marras que se pregunta hasta cuando podrá resistir esa situación tan particular. El desenlace del asunto puede verse venir más o menos y descartando el sorprendente inicio, luego ya no se ofrece nada excesivamente novedoso a nivel de guión.
Una de las bazas del film es sin duda la presencia y el carisma del actor Joseph Morgan conocido principalmente por la serie de televisión de éxito “Crónicas Vampíricas”. Y es que básicamente sin él esto no sería lo mismo. Para una producción pequeña de estas características que se apoya básicamente en un único personaje principal es fundamental que este tenga una fuerza especial y en ese aspecto, Joseph cumple con ese cometido de sobras.
Cabe preguntarse si tal vez este tipo de historias deberían tener una duración más corta o la idea debería plasmarse o quedarse en formato cortometraje ya que las situaciones pueden tornarse repetitivas llegados a cierto punto y esta pregunta puede pasar por la cabeza del espectador en algún momento. Eso ya depende del aguante de cada uno y sus preferencias personales. Desde luego es de agradecer que aparezcan producciones de este estilo de vez en cuando para “descansar” de las películas “grandes” que no siempre resultan ni más buenas, ni mejores. Indicada para los consumidores de cine “indie” más curiosos.