Dirección: Su-jin Lee – Género/Subgénero: Idolatría criminal – Reparto: Sol Kyung-gu, Han Suk-kyu, Woo-hee Chun, Jongman Kim, Mal-Geum Kang y Byeong-gyu Jo entre otros

Argumento: Un prestigioso político llega una noche a su casa después del trabajo. Algo parece ir mal. Un cuerpo sin vida se encuentra en el garaje al lado de su mujer. Al parecer, su hijo adolescente es el autor del crimen. Un encubrimiento de proporciones épicas comienza entonces. Lo que nadie se ha parado a pensar es que toda historia tiene dos caras. Y en esta al parecer, incluso más.

Espeluznante y retorcida producción surcoreana que pone los pelos de punta en su primer tramo y a medida que todo avanza, el espectador se va a quedar a cuadros, rombos y hasta a rayas escocesas de lo intrincada que es la trama de esta excelente obra que no dejará a nadie indiferente. Aquí se riza el rizo pero bien. Puestos a inquietar a la audiencia pues que mejor que hacerlo por todo lo alto. Idol (Woosang) es una película que contiene todos los ingredientes necesarios para pasar una velada pegados a la pantalla aunque no es para cualquiera y su visionado tiene que hacerse con ganas. Igual, si les enganchan sus primeros veinte minutos, ya no podrán dejarla hasta el final. Son unas dos horas y media de duración y el guión es denso, aparte que no es nada fácil de digerir la historia que se nos cuenta. Todo empieza con un asesinato que se encubre en forma de accidente pero lo que se va descubriendo a continuación es algo totalmente opuesto y estremecedor. Recomendada sin reservas si os gusta el buen cine asiático con mayúsculas.