Director: Kiah Roache-Turner – Género/Subgénero: Zombies
Intérpretes: Jay Gallagher, Bianca Bradey, Luke McKenzie y Keith Agius entre otros.
Nivel de Caspa: Picores y enrojecimiento

Argumento: Un hombre y su familia, son atacados por una pandilla de zombies en su casa. A continuación, se equipan con unas máscaras anticontaminación y huyen en plena noche. La fatalidad hace que el cabeza de familia, se quede solo en un mundo asolado por una extraña invasión de muertos revividos. En el camino, se topará con otros supervivientes de la tragedia. Mientras tanto, una mujer es retenida por un científico loco que experimenta con la horda zombie y con seres humanos. ¿Podrán nuestros protagonistas sobrevivir a todo esto?

El cine de muertos vivientes en la actualidad, está literalmente podrido. Pocas veces, encontramos productos de calidad o medianamente entretenidos. Esta producción australiana parece que ha conseguido convencer, a una buena parte de público y crítica. Además, la han vendido bastante bien, aprovechando el tirón de la nueva entrega de “Mad Max” en cines, cuando aún estaba por venir. De hecho, se ha calificado como “El Mad Max de los Zombies” aunque sinceramente, tampoco es para tanto.

La película no deja de ser entretenida y aunque tiene escenas sangrientas bien realizadas, no deja de ser un producto de Serie-B. Eso si, un producto que ha tenido mucha suerte a comparación de otras producciones primas-hermanas de esta. También es cierto, que el hecho de estar asociada también al cine de acción y el puntillo friki que le han puesto al tema del Mad-Doctor, la hacen algo más atractiva que otras historias similares. Si eres fan del subgénero zombie, es muy posible que la película pueda resultarte simpática. De lo contrario, puedes pasar un rato de divertimento pero pocas virtudes más vas a encontrar en ella, ya que tampoco ofrece nada demasiado espectacular y que no se haya visto antes. En resumidas cuentas, “Wyrmwood” es un filme curioso pero también muy pasable.