Director: Glenn Miller – Género/Subgénero: Zombies románticos y tetas
Intérpretes: Grant O’Connell, Catherine Annette y Andrew Clements entre otros.
Nivel de Caspa: Aparición de escamas

Argumento: Una joven estudiante algo inocente y despreocupada, conoce un día a un simpático y rubio zombie del que se enamora perdidamente. Sin embargo, un incidente inesperado, provoca que la mitad de los chicos del campus de la universidad, se conviertan en muertos vivientes sedientos de carne humana y vísceras.

La productora Asylum, parece dividir a sus producciones en varias vertientes. Por un lado, tenemos las típicas películas de criaturas que la hicieron famosa. Por otro, tenemos los clones de títulos ultraconocidos, pasados por el turmix de su factoría. Luego tienen una especie de productos de acción low cost y para finalizar, tenemos las pelis de estudiantes con las correspondientes tetas de turno. Y en este último punto, podríamos situar a “The Coed and the Zombie Stoner” que es cosa fina. La trama gira en torno a una nerd que se las da de científica y la lía con su novio zombie, que era un tío completamente normal y que confundió una máquina del laboratorio, con unas duchas. Al entrar dentro y ponerla en marcha, pues eso. Acaba convertido en zombie. Y punto, no hay que dar más explicaciones. A partir de aquí, somos testigos de un ataque zombie al más puro estilo Asylum.

Pese a que estamos delante de un petardazo de los gordos, hay que decir que hay alguna que otra escena simpática y si se mira el filme con “buenos” ojos, puede recordarnos a una de esas producciones de la Troma en horas bajas, que siendo bastante reguleras, por lo menos te hacían reír y pasar un buen rato. Además, si hay algo que no falta en esta historia, es una colección de tías desnudas correteando de aquí para allá, con sus melonazos operados agitándose en sus respectivas huidas y sus montes de venus, siempre en peligro inminente. También hay escenas de sexo, decanas malvadas en sillas de ruedas, un estudiante que va con el culo muy suelto, las malvadas pijas de turno que quieren putear a la protagonista, los macarras de sus novios y por supuesto, un par de chavales al más puro estilo “Big Bang Theory”.

Pero entre tanta teta suelta, gore barato y gamberrismo, también hay un punto romántico. Y es que desde “Crepúsculo”, las productoras y guionistas de turno, parecen empeñadas en volver necrófilas a las jóvenes adolescentes, con sus historias de criaturas muertas mojabragas. Y aquí también hay de eso. Para ello, la Asylum se ha copiado inspirado en “Memorias de un Zombie Adolescente”, para dotar a la película de cierto dramatismo y sensibilidad. Como si hiciera mucha falta, dado el despropósito que nos venden. Supuestamente, hablar de temas tan maravillosos y locuaces, como la resolución de todo el embolado que se lía en la trama argumental, ya sería desvelar demasiado, no queda otra que recomendaros “The Coed and the Zombie Stoner” para ver entre amigos, para echaros unas buenas risas con esta caspaza. O también es ideal, para visionar con vuestras parejas, que a este pastiche de comedia zombie, no le falta de nada. Ni para él, ni para ella. Atención al “homenaje” que hay al final de la película sobre “El Resplandor”. Para cagarse, literalmente.