Directores: François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell
Intérpretes: Munro Chambers, Laurence Leboeuf y Michael Ironside entre otros
Género/Subgénero: Fantasía/Nostalgia – Nivel de Caspa: Picores y enrojecimiento

Argumento: Un chico sobrevive en un mundo post-apocalíptico como puede. Suele hacer rondas por los páramos desérticos en busca de cosas que coleccionar que le diviertan o le puedan ser de utilidad. En una de sus búsquedas se topa con Apple, una extraña chica algo friki que decide ser su amiga, tanto si él lo quiere como si no. Juntos acabarán por enfrentarse a los villanos más aterradores y famosos del territorio.

Fantasía apocalíptica con tintes gore de cómic que ha sido una de las sorpresas del año para muchos espectadores. Ha desfilado por varios festivales de género de terror y pese a que no se mueva en el género exactamente mencionado, es uno de esos filmes que se cuelan a veces por estos eventos para encontrar y ganarse a su público. La verdad es que es una de esas producciones que acaba gustando a todo el mundo, en mayor o menor grado. Digamos que “Turbo Kid” cae en gracia en vez de intentar ser graciosa como otros filmes de este año como “Deathgasm” por ejemplo, que también ha tenido su porción de éxito más adentrados en lo que a horror se refiere.

La trama evoca y transporta a esas películas de raras y peculiares de los ochenta y a aquellas fantasías noventeras de estantería de videoclub, en la que la inocencia y el fantástico más puro se daban la mano en productos que podían disfrutar jóvenes y mayores por igual. Pues aquí lo mismo. Tenemos a un protagonista carismático, un traje que mola con guante de superpoder, una figura femenina como interés romántico que viene con sorpresa y unos malos malísimos que quieren ganar al precio que sea por seguir teniendo el poder. Todo muy clásico e incluso “mainstream” si nos ponemos puntillosos. Pero estas cosas si se hacen bien funcionan. Y sinceramente, “Turbo Kid” funciona a la perfección con lo que ofrece. Dicen que podría ser un posible título de culto, el tiempo sin duda lo dirá.