Director: Dorian Walker – Género/Subgénero: Brujas Adolescentes
Reparto: Robyn Lively, Dan Gauthier, Zelda Rubinstein y Noah Blake entre otros

Argumento: Louise Miller es una chica poco popular que viste fatal y no sobresale en nada que para colmo, suspira por el chico más guapo y fornido del lugar. Una misteriosa noche que es arrollada en la carretera por este sexy sujeto, se encuentra también con una misteriosa adivina que le dice que posee unas facultades innatas en el mundo de la magia blanca que debe desarrollar. Muy pronto todo comienza a cambiar en todos los aspectos pero… ¿Acabará todo como ella realmente espera?

Cuando uno está en plena adolescencia, irradian por su cuerpo extrañas sensaciones bastante complicadas de describir. Por ejemplo, sientes hormigueos en zonas íntimas que solo pueden calmar los cuerpos de infarto en complejas batallas carnales que se liberan por primera vez en esas edades doradas y únicas. Esas lúbricas fantasías son las que tiene la protagonista de esta película a la que Robin Lively supo interpretar a la perfección para su Louise Miller, un personaje adolescente curiosamente muy, muy contenido, incluso en momentos que podríamos considerar calentitos o para desatar en uno u otro punto. Pero ella no lo hizo. Teen Witch es sin duda la antesala y fuente de inspiración para otra bruja jovencita más conocida como Sabrina interpretada por Melissa Joan Hart, cuyas principales influencias parecen provenir de esta hit menor de finales de los ochenta y casi principios de los noventa.

Teen Witch colada en España con el título de Una Disparatada Bruja en la Universidad (traducción totalmente infiel a la historia y una ofensa para el original) es una trama como ya se ha mencionado antes, algo fuera de lo común para un título adolescente. Por un lado por su atípica protagonista y sus comportamientos algo fríos pese a sus deseos erótico-festivos por Brad, el jugador de fútbol cachas y buenorro. Por otro, su director nos cuela momentos musicales brillantes como la coreografía en los vestuarios femeninos entre toallas con un grupo de chicas cañones que tararean ese pegadizo tema bautizado como I Like Boys que deja también sentadas las bases de la producción. Y por supuesto hay otras maravillas, como la moda y el estilismo de todos que dejaban claras las influencias textiles que se asentarían con fuerza ya en los noventa. El grupo de raperos de pega es un buen ejemplo de lo que digo, veríamos esos estilismos en las boybands de los noventa en sus inicios.

Así que Teen Witch puede que no sea un gran filme de culto, ni nada parecido. Lo que no cabe duda es que es una producción juvenil a destacar del resto y que influenció claramente en proyectos venideros en diversos apartados. Así que como cultura pop (por ejemplo) si que se le debería otorgar un poco más de valor. Al mando de todo esto, encontramos al director de otro título ochentero como Golfo de Alquiler con Judd Nelson. En el reparto destacamos a Robin Lively que está radiante y consigue retratar a su Louise a la perfección muy a su manera y a Zelda Rubinstein de Poltergeist que aquí sigue con su personaje de medium aunque en esta ocasión no limpia casas de energías negativas, ni espíritus malignos. El resto de intérpretes simplemente cumplen su función con corrección y tal vez el más flojo de todos sea Brad interpretado Dan Gauthier que parece un pilar de piedra más que un chico real. Pero bueno, como pilar de las fantasías románticas de las estudiantes de turno funciona que para eso es para lo que está. Recomendada para los adictos a las comedias mágicas con tintes musicales y por supuesto a los admiradores de los 80 y 90.