Director: Stephen Lance – Género/Subgénero: Sadomaso Light – Reparto: Emmanuelle Béart, Harrison Gilbertson y Rachael Blake entre otros
Argumento: Charlie Boyd es un joven sano y normal que un mal día encuentra a su padre muerto en el garaje de su casa. Su madre tenía una aventura por lo que él inmediatamente, culpa a su madre del suicidio de este. Una tarde en un parque, el adolescente conoce a la madura y sensual Maggie. Aunque todo comienza como una inocente amistad, todo cambiará cuando Charlie descubra que su nueva amiga se dedica al mundo del sadomasoquismo. Tal vez a través del dolor, el chico pueda curar sus heridas interiores. ¿O tal vez no?
El director Stephen Lance debuta con esta película de origen australiano que nos narra una historia de autodescubrimiento personal, sensualidad y también podríamos verla como un coming of age en toda regla. La trama aunque comienza de una forma bastante potente, va diluyendo su fuerza en un drama indie al uso – que está muy bien – aunque deja la parte del sado en un segundo e incluso tercer plano, para centrarse mejor en las idas y venidas de sus dos protagonistas principales que están tremendos en sus respectivos roles. Protagonizan la siempre sensual Emmanuelle Béart (muy popular en el cine francés) y el joven Harrison Gilbertson que rezuma talento por todos lados y que hemos visto en cintas blockbuster como Need for Speed o títulos más independientes aclamados en festivales como Hounds of Love.
Mi Ama (My Mistress) es una buena recomendación para paladares exigentes que busquen un buen drama con empaque y trasfondo. Como decimos, la parte del morbo sexual es más bien como algo decorativo. Algo que estiliza en cierto modo al filme y lo dota de algunas escenas visualmente muy atractivas pero poco más, por lo que si buscamos algo muy erótico o potente, pues hemos errado en nuestra elección. Por lo demás todo muy bien. Un guión bastante coherente con lo que se pretende contar, buen pulso por parte del director, una fotografía notable y un dúo protagonista la mar de seductor, cada uno en su onda. Recomendada a los amantes del buen cine en general y a los espectadores que les entró la risa con Cincuenta Sombras de Grey.