Título Original: Annabelle Comes Home – Género/Subgénero: Muñecas y expedientes guarros – Director: Gary Dauberman – Reparto: McKenna Grace, Madison Iseman, Katie Sarife, Michael Cimino, Vera Farmiga y Patrick Wilson entre otros

Argumento: La hija de los Warren pasa la noche de su cumpleaños al cuidado de una joven niñera y de la amiga de esta. Lo que no sospechan es que tras acceder a la habitación más prohibida de la casa, los espíritus malignos van a liberarse de su letargo. Ahora esta noche de chicas que prometía ser una velada tranquila, se convertirá en una auténtica pesadilla.

Gary Dauberman (el guionista de las dos entregas anteriores de Annabelle) es el encargado de dirigir (en esta ocasión) esta nueva película del universo Warren en el que se mezclan varios expedientes de los investigadores paranormales y los seres maléficos que se encuentran encerrados bajo llave en esa misteriosa habitación en la que también se encuentra la famosa muñeca Annabelle. Si bien esta actúa como faro para otros entes y hay una curiosa adolescente que se pone a tocarlo todo, pues imaginar el resultado final. Annabelle Vuelve a Casa es una aventura donde los trajes de novia, los samuráis asesinos y hasta los hombres lobo tienen cabida creando así una especie de tobogán del terror con toques de humor (en plan La Monja) que harán las delicias de los amantes del terror más light. Si bien como divertimento sin más puede resultar un film entretenido y hasta cierto punto simpático, es muy posible que no consiga satisfacer al espectador más exigente que quiera pasar miedo de verdad. La cinta contiene los típicos sustos prefabricados y tan habituales en el género de horror de hoy en día, pasando por esos silencios incómodos para alargar situaciones más que previsibles y luego está esa escasa participación por parte de los Warren (aquí se cede el relevo a la hija de estos) que son los ingredientes principales para esta nueva producción que puede ser perfecta para ver con gente joven en una noche de Halloween cualquiera pero que podía dar mucho más juego en general, dado el rico material del que disponían para trabajar. Pero bueno, es normal que entre secuelas todo vaya bajando de nivel y se pierda la capacidad de sorprender al público. En otra ocasión será, muñeca. O nunca mejor dicho.