Título Original: Sister Mary – Director: Scott Grenke
Intérpretes: James Vallo, Judy Tenuta, Matthew Feeney, Anthony Fagiano y Sean Paul Lockhart entre otros.
Género/Subgénero: Monjas asesinas – Nivel de Caspa: Aparición de escamas

Argumento: Un policía homofóbico tendrá que unir fuerzas con un compañero de sexualidad opuesta a él, para conseguir descubrir quién se esconde detrás de una serie de violentos crímenes, cuyas víctimas son jóvenes homosexuales. Muy pronto llegan a la conclusión de que el asesino pretende acabar con una banda musical gay compuesta por chicos del coro retirados por lo que su investigación, acabará centrándose en el mundo de la iglesia católica y en la historia de una peculiar monja. Mientras, los asesinatos siguen sucediéndose en la ciudad.

Una película sobre un par de policías obligados a ser colegas a la fuerza, también tiene cierto grado de subgénero slasher pero lo que acaba predominando es la comedia más descarada. La verdad es que si se dejan a un lado los prejuicios, este film acaba siendo bastante entretenido y hay momentos tan desvergonzados, que es imposible no acabar por sonreír. La verdad es que la producción no es impecable técnicamente ni de lejos y en algunos momentos de su visionado, parece que estemos viendo una película malamente calenturienta y algo de eso tiene, tampoco nos vamos a engañar.

La cuestión es que si se pasan por alto algunos temas técnicos y artísticos, esta “Hermana Mary” acaba siendo una muy buena opción para distraerse. Contiene momentos muy buenos como cuando el policía gay, intenta averiguar la sexualidad oculta de unos curas para su posterior interrogatorio o los del capitán que no hace más que ver culebrones a escondidas en su despacho. Una ácida crítica al mundo de la religión, sus represiones y a como esto último, puede llevar a alguien a cometer unos crímenes atroces.

Vamos con la parte seria de la trama y es cuando hace aparición la monja. Una mujer dura y cegada por su fe que acaba viendo pecados por todas partes y aplicando castigos a los niños a la ligera. Por supuesto y desde el primer momento, el espectador ya sabe que la asesina es una monja que además, asesina machacando la cabeza de sus víctimas con una piedra. Una forma de matar bastante bruta y original para una historia de terror. Vale, que predomina la comedia, incluso se llegan a pitorrear del mismísimo “CSI” pero eso aún la dota de más gracia y novedad si cabe. Y a quién no le guste, puede lanzar la primera piedra o nunca mejor dicho.