Título Original: Teenagers from Outer Space – Director: Tom Graeff
Intérpretes: David Love, Bryan Grant, Dawn Anderson y Harvey B. Dunn entre otros.
Género/Subgénero: Cutre-Ficción – Nivel de Caspa: Aparición de escamas

Argumento: Un grupo de extraterrestres con forma humana, aterrizan en la tierra con la intención de dejar sueltas a unas extrañas criaturas vagando por ahí, para después regresar y comérselas. A todo esto, uno de los alienígenas que se ha cultivado un poco leyendo libros, percata a los demás de que cabe la posibilidad de que vayan a destruir un planeta que alberga vida inteligente. El resto le toman por un loco y se convierte inmediatamente en el enemigo público número uno de su sistema solar. Este logra escapar y se infiltra con los habitantes humanos, mientras sus compañeros tratan de darle caza y finalizar con su misión destructora.

Curioso título de ciencia-ficción que empieza de una forma más o menos entretenida y acaba en un auténtico despropósito difícil de digerir. La historia no hay por donde cogerla. Unos extraterrestres vienen del espacio exterior pero tienen apariencia humana, hablan nuestro idioma a la perfección y sus nombres son muy terrestres. Luego en teoría, son adolescentes pero dejan entrever alguna arruga que otra. Por lo visto, bajan a la tierra para convertirla en un criadero de unas criaturas de las que se alimentan pero que son incapaces de controlar. Las criaturas que comen, son langostas que lanzan unos alaridos muy parecidos a los que emitiría posiblemente un mal cantante de hard-rock al que le han metido un micrófono por el culo.

Y ojito a los nombres de los alienígenas principales, Derek y Thor. Para mear y no echar gota, Los humanos de la cinta también tienen tela marinera. Betty es una chica con bastantes pocas luces que se va poniendo en peligro gratuitamente, luego está su abuelo que va deambulando toda la trama por ahí, solucionando los enigmas que la policía es incapaz de resolver. La amiga de Betty que se intenta ligar a cada hombre que desfila por su casa o mejor dicho, por su piscina y para finalizar, una enfermera que no sabe lo que es tener la boca cerrada cuando te apuntan con un arma. Un auténtico petardo a todos los niveles, rodado en glorioso blanco y negro que destila Serie-B y Z a lo largo de casi todo su metraje. Su director, dirigió una comedia con ingredientes fantásticos y luego el filme que nos ocupa. Solo apto para curiosos y cinéfagos del género.